En la última edición del mes de julio de Le Mond Diplomatique (“El Dipló”), se aborda la problemática del trabajo en la Argentina. Tan sólo elegí unos párrafos, pero en el periódico hay mucho más.
Se pregunta Javier Lindemboin (Lic en Economia Politica, investigador de CONICET):
"¿El crecimiento económico garantiza en cantidad y calidad la provisión de empleos que la evolución de una sociedad democrática necesita? Un alto nivel de crecimiento económico ya no supone un aumento automático equivalente a la demanda de empleo, sino incluso a veces lo contrario, como sucedió en la Argentina en los años 90. Hoy creció el empleo, pero es casi nula la recuperación del ingreso real de los trabajadores, que en el 2001 sufrió un retroceso brutal”.
Y sostiene el periodista Carlos Gabetta, en su Editorial "Crecimiento, Trabajo y Democracia":
En otros tiempos, una nueva fábrica generaba nuevos puestos de trabajos directos e indirectos, la elevación general del nivel salarial y una garantía de continuidad, en la medida en que el objetivo era el mercado interno.
Actualmente, la creación de empleos y la mejora salarial es mucho menor en términos relativos y la continuidad no está garantizada en absoluto, ya que no habrá ampliación del mercado. En resumen, se produce más con menos trabajo; el trabajo efectivo es cada vez peor remunerado y las condiciones generles empeoran; los países en desarrollo deben competir entre si rebajando al infinito sus pretensiones-si es que las tienen- para obtener "inversiones" que en el mejor de los casos enriquecerán a unos pocos y mejorarán las condiciones de vida de algunos; pero no contribuirán al bienestar general y pueden esfumarse en cualquier momento. Por último, una economía puede crecer fuertemente y al mismo tiempo generar exclusión masiva y grave deterioro democrático, tal como ocurrió en Argentina en la década del ´90.
¿No será hora de revisar a fondo las expectativas basadas en el "crecimiento"?¿No será necesario comenzar a debatir alternativas al modelo, en lugar de perseguir espejismos?"
Algunos números:
En plena euforia de la Copa del Mundo, la automotriz alemana Volkswagen confirmó el despido de 20.000 trabajadores y la aseguradora Allianz y su banco el Dresdener, de 7.500 empleados; DuPont, segunda empresa química estadounidense suprimió 1.500 puestos en Europa.
En la última década, en la Unión Europea (UE) desaparecieron un millón de puestos de trabajo en el sector textil y para los próximos cinco años se esperan pérdidas de la misma importancia.
Además de los despidos, la Volkswagen anunció a los que quedan que si no aceptan trabajar siete horas más por semana por el mismo salario, levantará los bártulos y se instalará en otro país. Y en los Estados Unidos, la más grande automotriz del mundo, General Motors, ha comenzado a contratar trabajadores temporarios a 16 dólares la hora, después de haber despedido a miles de fijos que ganaban 27.
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